La dictadura de Kim Jong-un asegura que no quiere el conflicto, y acusó al país norteamericano de provocarlo. A la vez, advirtió que "no huirá" de la batalla
Corea del Norte acusó este jueves a los Estados Unidos de haber trazado una estrategia para ir "paso a paso" para hacer estallar una guerra en la península coreana y advirtió que, aunque no sea su voluntad, "no huirá" del conflicto.
"Los negligentes comentarios de guerra del círculo interno de (el presidente estadounidense Donald) Trump y los movimientos militares temerarios de los EEUU corroboran que la Administración actual ha decidido provocar una guerra en la península coreana", dijo un portavoz de la Cancillería norcoreana a la agencia estatal KCNA.
En ese sentido, el funcionario del régimen agregó: "No deseamos una guerra, pero no huiremos de ella. Y si los Estados Unidos cometen un error en lo que respecta a nuestra paciencia y enciende el fusible de una guerra nuclear, nos aseguraremos de que los EEUU paguen las consecuencias con nuestro arsenal nuclear".
La pregunta que queda por hacerse es: ¿Cuándo va a estallar la guerra?
Los comentarios de la Cancillería norcoreana se producen en medio de la realización de las maniobras aéreas anuales de Washington y Seúl Vigilant ACE, las mayores hasta la fecha, que se prolongarán hasta el viernes y que suponen una nueva exhibición de fuerza ante el desafío armamentístico del régimen liderado por Kim Jong-un. "La pregunta que queda por hacerse es: '¿Cuándo va a estallar la guerra?'", sostuvo el vocero.
La tensión en la península de Corea ha aumentado notablemente en los últimos meses tras la última prueba nuclear de Corea del Norte de septiembre y sus lanzamientos de misiles balísticos, el más reciente y más avanzado el pasado miércoles.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el teniente general Herbert Raymond "H.R." McMaster, dijo el fin de semana que la posibilidad de una guerra con Corea del Norte "se incrementa cada día", mientras que el senador republicano Lindsey Graham ha instado al Pentágono a empezar a repatriar a las familias de los militares de los EEUU alegando que el conflicto con el Norte se está acercando.
Pyongyang tildó estos comentarios de "belicistas" y aseguró que solo pueden interpretarse como una advertencia para que estén "preparados para una guerra", dijo el portavoz de Exteriores, que añadió que "el mundo no debería albergar ningún prejuicio a la hora de discernir quién está detrás de la tensa situación".
China, el vecino de Corea del Norte y único aliado, nuevamente hizo un llamado y dijo que la guerra no era la respuesta.