En Nicaragua, la tormenta llegó después de dos semanas de lluvias constantes que dejaron el suelo saturado y los ríos crecidos. Las autoridades han declarado alerta para todo el país y han advertido sobre posibles inundaciones y deslizamientos.
Los vientos máximos sostenidos de Nate alcanzaraon los 65 kilómetros por hora y se prevee que cobrarán fuerza sobre el noroeste del mar Caribe, antes de su posible llegada a la región de la ciudad de Cancún en el extremo norte de la Península de Yucatán, en México.