"Edie era la luz de mi vida. Siempre será la luz de la comunidad LGBTQ que ella tanto amaba y que la amaba tanto", declaró su esposa Judith Kasen-Windsor en un comunicado.
Tras la muerte de su primera esposa en 2009, con la que se había casado legalmente en Canadá, Edith Windsor reclamó 363 mil dólares porque una ley federal sobre el matrimonio le prohibía beneficiarse del mismo régimen fiscal que el sobreviviente de una pareja homosexual.
Apoyada por el gobierno de Barack Obama, llevó el caso ante el más alto tribunal del país.
La Corte Suprema le dio la razón en 2013 y declaró inconstitucional la ley federal que estipulaba que el matrimonio era la unión entre un hombre y una mujer, otorgando así a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las parejas heterosexuales.
Este fallo sentó las bases para que el tribunal supremo legalizara el matrimonio gay en todo el país en 2015.
El expresidente Obama reaccionó a su fallecimiento en un comunicado: "Tuve el privilegio de hablar con Edie hace unos días y de volver a decirle hasta qué punto marcó este país que amamos", declaró.