Un hombre murió después de lanzarse a las llamas que le dan nombre al festival del Hombre en llamas (Burning Man, en inglés), según informó la Oficina del Sheriff del condado de Pershing del estado de Nevada en Estados Unidos.
Aaron Joel Mitchell, de 41 años era una de las miles de personas que este año asistieron al festival que se lleva a cabo en el desierto de Black Rock, a unos 193 kilómetros de Reno. El evento, que dura una semana, termina siempre en sábado con la quema masiva de una efigie conocida como el Hombre y la quema de un Templo de madera, el domingo.
Mitchell era ciudadano estadounidense y vivía en Suiza con su esposa, según dijo este domingo en la noche el sheriff Pershing Jerry Allen.
Mitchell atravesó dos niveles de seguridad con guardias que protegían el área donde se quemaba al Hombre, este sábado en la noche. Los bomberos trataron de sacarlo del lugar de las llamas, pero los pedazos que caían de la enorme estructura que se quemaba impidieron que pudieran hacerlo. Según el sheriff, los rescatistas tuvieron que esperar hasta que la estructura cayera, antes de sacarlo de los escombros.
De inmediato, lo llevaron en avión al centro de quemados más cercano, en Sacramento (California), donde murió este domingo en la mañana, dijo la oficina del sheriff.
Según los médicos, Mitchell no estaba bajo los efectos del alcohol aunque todavía está pendiente un examen toxicológico. El sheriff dijo que la investigación está en curso aunque el éxodo masivo de participantes el domingo en la noche dificultó las labores de recolección de información.
La organización del Festival del Hombre en Llamas canceló las quemas programadas para el domingo después de mediodía, pero siguieron con los planes de quemar el Templo de madera, a las 8 de la noche.
“Sabemos que este incidente afectó no solo a los que respondieron inmediatamente en el lugar, sino también a los testigos y a nuestra comunidad de Black Rock, de manera más amplia”, dijo la organización del festival en su página web.