Cuando creímos que la corrupción de los Bartlett se extinguía al igual que sus negocios al amparo del poder, una licitación hizo que recordáramos lo indigno y repudiado que resulta su apellido.

Y como no , si en plena pandemia vendieron 169 millones de pesos al IMSS en ventiladores cuyo costo es de 10 mil dólares y los intermediarios los dan hasta en 100 mil dólares cada uno.

El hijo de quien se robó la elección presidencial en 1988, se llevará por lo menos el 10 por ciento de esa venta, unos 16.9 millones de pesos, sin ser el productor directo.

Si se queda con el 20 % de ganancias, se llevará 33.8 mdp solo por revenderlas. Hay que sumar otro 10% que le entregará a quien le haya regalado esa licitación, quizá por eso el sobrecosto

Los Bartlett no tienen llenadera ni en los gobiernos austeros de la 4T.

Y si alguien no cree del tráfico de influencias que seguramente ejercieron para ganar esta licitación, basta saber que Leon Manuel Bartlett, no tiene una empresa que fabrique ventiladores, por lo que solo es intermediario, revendedor y un perfecto mercenario de la salud.

Hijo y padre del mismo nombre, utilizan la misma dirección fiscal para encubrir y hacer negocios, la misma que el director de la CFE dio a la Función Pública hace meses que fue investigado.

Qué ironía de la vida: los Bartlett que lucran con la vida y Salud de los mexicanos son aborrecidos pero se han llenado las manos de dinero de ese pueblo al que reprimieron y del que se han burlado.

¿Algún ingenuo cree que los Bartlett ganan por las buenas?