Durante su visita a Puebla el presidente Andrés Manuel López obrador encontrará que sus aliados son los principales generadores de corrupción y diversos delitos.
Basta entender que el diputado federal de Morena ignacio Miguel Velasco, quien funge como presidente del periódico Cambio, ha sido señalado por mandar a extorsionar a diversos actores políticos de Morena, partido del que AMLO es líder moral.
No cabe duda que en la 4T lograron colarse todo tipo de sujetos cuyas ambiciones y mañas no tienen límite.
Y es precisamente el diputado federal de Morena, Ignacio Miguel Velasco, quien ha ordenado a sus empleados realizar una guerra sucia en contra del rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, quien por cierto rinde su segundo informe de labores de su segundo periodo al frente de la BUAP.
Andrés Manuel López Obrador también encontrará como en todas las entidades federativas escándalos de corrupción propiciadas en los gobiernos panistas, y en su escritorio deben estar presente los nombres de gerardo Islas Maldonado, pupilo de Elba Esther Gordillo, quien lucró con los recursos para la reconstrucción del sismo de septiembre del 2017.
Me cuentan que la visita de AMLO a Puebla es también histórica porque reafirmará su combate a la corrupción y el modelo de abuso, derroche de impunidad que imperó en los gobiernos panistas.
Y para quien no crea en AMLO, basta recordar que en Puebla inició la caída de su hombre de mayor confianza, César Yáñez, cuya boda fastuosa y pagada por un poderoso político de ese entonces incomodó y molestó al propio López Obrador.
Hoy César Yáñez se encuentra literalmente en un rincón del Palacio Nacional luego de haber sido el hombre más influyente y cercano del mismo López Obrador.
También AMLO tendrá en mente que Manuel Bartlett gobernó Puebla en el sexenio de 1993 a 1999; periodo en el que fueron constante la tiranía, el abuso de autoridad, la imposición y los negocios al amparo del poder para los amigos de Bartlett.