Será investigado por presuntos actos de corrupción el empresario galista Roberto Oliva, aseguró el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta. En conferencia, el mandatario señaló que Oliva "entró a lista de los que deben de ser ‘revisaditos’".
"Oliva entró a la lista de los que deben de ser ‘revisaditos’, a esos hampones yo no los conozco, pero hay que saber quiénes son (...) No sé si compró un edificio, si tenía una revista y que era uno de los sobrinos del gran tío, no lo sé. Esa porquería a mí me provoca nauseas", dijo el mandatario poblano.
De acuerdo con el medio “Hipócrita Lector”, estando en el poder el galismo, Oliva abrió la revista Puebla 222, ubicada donde antes estaban las oficinas de Nextel, en el circuito interior.
Las mismas fuentes refieren que compró el edificio en menos de lo que se enfría un café soluble. “Cuando la burbuja de Gali hizo ¡plop!, Oliva cerró la revista y puso a la venta el edificio".
Según el periodista poblano Mario Alberto Mejía," los empleados juran que los dueños son dos hijos de Tony Gali, pero quien aparece como tal —sonriente y satisfecho— es el mismísimo Oliva".
