El enorme vacío de poder en Puebla, ha servido para conocer de qué tamaño son las ambiciones, egos y traiciones de quienes quieren apoderarse de la gubernatura.
En medio de la tempestad política apareció la Senadora Nancy de la Sierra, para amenazar a los poblanos con buscar la gubernatura.
La ahijada de Mario Marín no necesita decirnos de qué está hecha, pues es esposa de José Juan Espinosa, señalado por poseer una escandalosa fortuna ilícita.
El JJ es un monumento viviente a la corrupción y su cómplice es su mujer.
Y además de enloquecer por el dinero, ambos pierden la cabeza cuando se trata de poder político.
¿Acaso la señora De la Sierra cree que ya olvidamos el desvío de recursos que hizo como delegada de Prospera?.
¿O que odia a sus paisanos teziutecos?.
¿O que el PRI le dio todo y después lo traicionó?.
¿O sus acuerdos oscuros con el ex gobernador Melquiades Morales?.
Lo mejor, es qué hay varios políticos mejoro preparados y con cualidades diversas que sí podrán aspirar a la gubernatura y no una persona que no ha aportado nada para Puebla desde los cargos que ha ocupado.