La La Land celebra a Hollywood y Hollywood lo premia: el tributo a la era de oro de los musicales estadounidenses es favorita en la ceremonia de los Óscar de este domingo.
Además de premiar la cinta del joven director Damien Chazelle, nominada en 14 categorías, la ceremonia promete ser tribuna para discursar contra el presidente Donald Trump, nada querido por la industria, y para intentar corregir la polémica racial que ensombreció las últimas dos ediciones.
Pero sin duda todas las miradas estarán centradas en La La Land, la película sobre los que sueñan ser descubiertos y saltar a la fama de la noche a la mañana, los que no se detienen por una, dos... cien audiciones fracasadas, y mucho menos abandonan sus objetivos por el amor.
"Brindo por los que sueñan... Tontos, como quizá parezcan", canta Mia, interpretada por Emma Stone, antes de conseguir su primer gran papel en el cine, que representó terminar su relación con Sebastian (Ryan Gosling), un pianista quebrado que sólo pensaba en abrir su club de jazz.
La magnífica coreografía en la escena inicial, de "tontos soñadores" esperando su gran chance, bailando en una autopista congestionada de Los Ángeles, representa la historia de muchos en Hollywood.
Y la Academia, identificada, lo premia.
Los pronósticos le dan 10 estatuillas, incluida mejor película, director, actriz, banda sonora y canción original. Sería una menos que el récord que comparten Titanic, Ben-Hur (1959) y El señor de los anillos: El retorno del rey (2003).
La alfombra roja está extendida, pero la "ciudad de las estrellas" estará nublada para la gran noche de Hollywood, que arranca a las 17:30 horas (18:30, hora del centro de México) en el teatro Dolby bajo la animación de Jimmy Kimmel.
Stone, que ha dominado la temporada de premios, debe llevarse su primer Óscar desde que a los 14 años convenció a sus padres de abandonar la escuela y mudarse a California para convertirse en actriz. Toda una historia La La Land.
Sólo perdió el Globo de Oro ante la francesa Isabelle Huppert, también nominada al Óscar por Elle, que narra la historia de una víctima de violación buscando a su agresor.
Con ellas compite Natalie Portman, que encarnó a la exprimera dama de Estados Unidos Jacqueline Kennedy en la biopic del chileno Pablo Larraín; y Meryl Streep, que amplió a 20 su récord de nominaciones por Florence Foster Jenkins y fue protagonista en los Globos de Oro por su afilado discurso contra Trump.
En las proyecciones a mejor actor por su parte, Gosling está fuera. Y la carrera se decide entre Casey Affleck, ganador del Spirit, y Denzel Washington, que obtuvo el premio del sindicato de actores SAG.
El primero por su papel en el desgarrador drama Manchester junto al mar, en el que interpreta a un perturbado y solitario conserje, que debe enfrentarse a su trágico pasado al volver a su pueblo natal para cuidar a su sobrino tras la muerte de su hermano.
El segundo por Fences, de la que también es director. Washington, ganador de dos Óscar, interpreta a un hombre que intenta criar a su familia en la década de 1950 mientras se da cuenta del fracaso que fue su vida.
Junto a Washington, y tras la polémica de los #OscarsSoWhite (Óscar demasiado blancos) que llevó a llamados a boicot contra la Academia, fue nominada su coprotagonista Viola Davis, así como Octavia Spencer por Talentos ocultos y Ruth Negga por Loving.
Mahershala Ali y Naomi Harris buscan el galardón por su trabajo en Moonlight, la historia de un niño homosexual que se hace hombre entre las drogas y la pobreza de Miami.
El filme arrasó en todas las categorías en las que competía en los Spirit: mejor película, mejor director por Barry Jenkins y mejor guión, cinematografía y edición.
En los Óscar tiene ocho nominaciones, incluida también la de mejor película y dirección.
Manchester junto al mar también busca la mejor película, junto a La llegada, Un camino a casa, Talentos ocultos, Hell or High Water y Hasta el último hombre, la cinta que simboliza el perdón de Hollywood a Mel Gibson, también nominado por dirección, tras sus polémicas declaraciones antisemitas hace una década.
En la exigua representación latina está el mexicano Rodrigo Prieto, por la fotografía de Silencio; el aclamado Lin-Manuel Miranda, por la canción de Moana; y el español Juanjo Giménez por su corto Timecode.
Salma Hayek presentará uno de los premios.