El documental es un género poderoso para poder captar la realidad y sus protagonistas, pero también puede ser una oportunidad de combinar relatos con el quehacer musical y muchas veces esta alianza puede tener resultados entrañables para el público.
En FilminLatino, plataforma de cine del mundo, propone cuatros historias que mezclan el documental y la música; la primera es una mirada al Multiforo Alicia, ubicado en el corazón de la Roma en la Ciudad de México, lugar de exposición para muchos grupos alternativos; la segunda propuesta es una invitación a la reflexión sobre la contracultura entre músicos cubanos y norteamericanos.
Desde España se muestra los procesos que viven niños y niñas integrantes de la Sant Andreu Jazz, una orquesta de Big Band infantil, mientras que desde Alemania se promueve un documental que permite conocer la vida de un pintor y músico germano, maestro del free jazz europeo.
Alicia más allá del abismo, de Abril Schmucler Íñiguez (México, 2015)
El Multiforo Alicia es un espacio donde se busca provocar la rebeldía, el cuestionamiento, la resistencia, la reflexión y finalmente la organización autogestiva de los habitantes de la Ciudad de México. Es aquel lugar en donde caben esas otras personas que no entran dentro del deber ser establecido por el mercado de la cultura. Este documental nos cuenta qué es y cuál es el sentido de que exista.
Havanyork, de Luciano Larobina (México, 2009)
El discurso rebelde y contestatario de los músicos cubanos y norteamericanos nos invita a reflexionar sobre la contracultura y las realidades paralelas que nacen en todo sistema de gobierno. Los sueños, la familia, el barrio, la ciudad, la vida, la guerra y la política son algunos de los temas que pernean su música y nutren nuestra historia. Desde los barrios de La Habana y Nueva York, la cámara retrata con una visión cómplice las reflexiones que los músicos de ambas ciudades han ido elaborando en relación a sus raíces, a la evolución del tambor y al alma del hip hop.
A film about kids and music, de Ramon Tort (España, 2012)
Emotiva mirada a un hermoso (y exitoso) experimento sobre la Sant Andreu Jazz Band. La joven orquesta, dirigida por Joan Chamorro, reúne a niños y niñas de entre 6 y 18 años alrededor de un repertorio de jazz clásico que llena los auditorios más importantes del país. La película es un viaje de la mano del director de la orquesta, que nos sumerge en un método de enseñanza tan singular como los resultados que genera. Una historia que nos hará vibrar con la puesta en escena del talento de estos niños y nos emocionará a través de todas las sensaciones que son capaces de despertar.
Brötzmann, de René Jeuckens (Alemania, 2011)
Sin imágenes de archivo pero lleno de evocación y memoria, el filme nos pinta al septuagenario saxofonista y pintor alemán, maestro del free jazz europeo, resaltando su pragmatismo y espiritualidad. Pero, sobre todo, su perenne y noble soledad. Las reflexiones de Brötzmann, ese doble jazzístico de Nietzsche, a lo largo de una gira europea, y también aislado en su casa de campo, son puro material de hombre sabio (por no decir santo). “Todos buscamos la manera de alcanzar la felicidad”, comenta sobre su perspectiva de las ciudades africanas que ha visitado. Brötzmann cavila sobre supervivencia (afirma dedicarse a esto por razones prácticas, por dinero, ya que había empezado como pintor), sobre el hueco que dejó la muerte de su esposa (su imagen es la única pieza de archivo de toda la obra), sobre existencia y arte (“Cuando me llamo músico de jazz, pienso en la tradición que admiro. Es más una forma de vida que una profesión”). Y es esa circunstancia la que vemos de cerca en el filme: la de un eremita que ha aprendido a apreciar el aislamiento, la frugalidad, el trabajo y el escape –o tal vez lo que llena aquel hueco vital- del free jazz, música de libertad.