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La cantante María Raquenel Portillo, mejor conocida como Mary Boquitas, en el capítulo "Dos intentos de fuga y una muerte inesperada" de su podcast "En boca cerrada", narra el día que murió Ana Dalay, la hija que Gloria Trevi tanto deseo tener con Sergio Andrade.
Mary Boquitas cuenta que aquel 13 de noviembre de 1999, Sergio Andrade la mandó a rentar la película "Mi pobre angelito 2", para que se aprendiera una canción navideña para su debut como solista; también le encargó traer pollo rostizado para la cena. Sergio, Gloria Trevi, María Raquenel y otras chicas del clan, vivían en unos pequeños departamentos en Río de Janeiro, Brasil.
"Sonia y yo salimos juntas y regresamos con los encargos, a partir de ahí recuerdo cada movimiento y cada sonido como si fuera una película en cámara lenta, dejó el pollo en la cocina, Gloria estaba ahí y saca el pollo de la bolsa para ponerlo en algún traste, Sergio Andrade me pide que ponga la película y la adelante hasta donde cantan la canción de Navidad que quiere que me aprenda".
Mary Boquitas recuerda que el departamento es de dos habitaciones, "en una es donde acuestan durante el día a los bebés (que tuvieron algunas de las jóvenes del clan) en dos camas grandes, solían poner a los bebitos en el centro, rodeados de cojines para que no ruedes y se caigan, en esa recámara es donde supe que estaba Ana Dalay durmiendo una siesta, creo que junto a Valentina, Milton y Antonia, no lo sé a ciencia cierta por qué no lo vi".
Aquel día, Sergio Andrade estaba regañando y discutiendo con Karla de la Cuesta, pues no le había dado de comer a su bebé a la hora estipulada. Gloria Trevi intentó interrumpirlo para que la dejara ir al cuarto a ver a su bebé, "ahorita vas a ver a Ana Dalay, porque no le toca la comida todavía. Gloria se ve cada vez más nerviosa, como si su intuición de madre la estuviera alertando de algo".
Ante la insistencia de Gloria Trevi, Sergio Andrade, molesto, le pidió a Katia de la Cuesta que trajera a Ana Dalay. "Katia se levanta, va al cuarto, se tarda un poco, regresa y se queda parada en medio de la sala, congelada, jamás olvidaré la escena, Katia lleva a Ana Dalay envuelta en una cobijita, (Sergio le dice): 'qué, por qué te quedas ahí parada con esa cara, pareciera que trajeras un muerto', juro que eso dijo Sergio, ajeno a lo que estaba pasando, pero con su acostumbrada morbosidad sobre la muerte".
Mary Boquitas continúa su relato, "Katia no alcanza decir nada coherente y descubre el rostro de Ana Dalay y vemos la imagen más terrible del mundo, la cabecita de Ana Dalay está en una posición que no deja duda, está muerta, Gloria grita desgarradoramente, se levanta para llegar hasta Katia, pero se derrumba en el suelo, varias de las chicas se apresuran a recoger a Gloria para evitar que se golpee o haga una locura".
María Raquenel Portillo, quien fuera corista de Gloria Trevi, destacó que por primera vez había visto a Sergio Andrade temblando y derrotado, "mirando a su hija muerta, los desgarradores gritos de Gloria no cesan. ¿Cómo? ¿Pero por qué? ¿Qué pasó? ¿Por qué ella? Tan chiquita, tan preciosa, ¿por qué no nos llevas a nosotros, Dios mío?, preguntas absurdas que me persiguen hasta el día de hoy. La perdida de Ana Dalay se ha manchado de injusticia y de mentira, y que poco se le ha dado caridad, siempre la recordaré con mucho cariño y con profunda tristeza, descansa en paz".