El fundador de la revista Playboy, que falleció en septiembre a los 91 años, estipuló en su testamento que si los beneficiarios usan con frecuencia sustancias ilícitas o se vuelven dependientes del alcohol y las drogas, serán suspendidos del fideicomiso.
Los herederos del desaparecido magnate son su esposa Chrystal y sus hijos, Christie, David, Marston y Cooper Hefner.
Antes de su deceso, la fortuna del empresario se estimó en 43 millones de dólares.
Según Daily Mail, los documentos a los que tuvo acceso The Blast agregan que "si los fideicomisarios creen razonablemente que, como resultado, el beneficiario no puede cuidar de sí mismo o no puede administrar sus asuntos financieros, todas las distribuciones obligatorias al beneficiario serán suspendidas".
También se estipula que uno de los herederos puede solicitar una prueba de drogas a otro de los beneficiarios que sospeche que está abusando de sustancias ilegales.
Se explica, además, que la persona suspendida puede recuperar sus derechos de herencia después de un período de 12 meses de sobriedad.
Hugh Hefner estableció esta medida en mayo de 1991 y fue el fideicomisario inicial hasta el día de su muerte. Dejó de lado y excluyó de su testamento a toda persona que afirmara ser hija o hijo de él, incluido cualquier niño o niña concebido después de su muerte, a menos que haya vivido con él en su hogar o haya sido reconocido por escrito como su hijo o hija.
Hefner había nombrado como única heredera a su secretaria de siempre, Mary O'Connor, pero esta murió en 2013 a los 84 años. Es por ello que optó por dejar su patrimonio a su última esposa y a sus cuatro hijos.
Sin embargo, sus hijos más jóvenes, Marston (27) y Cooper (26), no pueden convertirse en herederos hasta que cumplan 30 años.