Parece que las cosas están muy calmadas entre Blac Chyna y Rob Kardashian. Y decimos 'muy' porque en esta mediática familia cualquier pequeño estornudo es tratado como si fuera una tormenta tropical de categoría 5. Que no sepamos nada de boca de los protagonistas de la historia no significa que no esté pasando nada.
Todo sea por la pequeña Dream, la más perjudicada de todos por esta pelea familiar y por cuyo bienestar ambos padres parecen haber enterrado definitivamente el hacha de guerra. Sin que sirva de precedente, esta vez los trapos sucios los van a lavar en casa.
Pero como la privacidad sobre tu divorcio con los medios de comunicación no es lo único que cuenta cuando se trata de asegurar la estabilidad emocional de un bebé famoso, tal y como acaba de publicar TMZ un juzgado de Los Ángeles ha decidido ignorar este supuesto alto el fuego e investigar a fondo si Dream estaría segura a cargo de sus padres. Sólo entonces decidirán quién de los dos se queda la custodia.
Citando a fuentes cercanas a la familia, la principal preocupación de los encargados de realizar este informe es, por un lado, averiguar si Chyna sigue tomando drogas -investigación que se inició mucho antes de que Rob y Chyna rompieran el pasado mes de marzo-; y por otro, si es necesario seguir manteniendo la orden de restricción que solicitó contra Rob después de ella denunciara que la había maltratado.
En cualquier caso, según las mismas fuentes parece que la solución al problema está muy cerca, ya que como decíamos ambos padres están dispuestos a dejar de lado sus problemas para facilitar la sentencia de custodia compartida, que parece ser también la opción preferida por las autoridades judiciales.
Otra cosa es lo que piensan las hermanas de Rob, que parece que no están tan dispuestas como él a dejar en el pasado todos los problemas. Las Kardashians creen que antes de tomar cualquier decisión Blac debería someterse a un examen físico completo para demostrar que es verdad que ha dejado las drogas. Por si fuera poco escollo, Chyna habría pedido también a Rob que le pasara una pensión de manutención mucho más cuantiosa de lo que ningún, o mejor dicho, ninguna Kardashian estaría dispuesta a pagar.