El 2 de febrero los mexicanos acostumbramos comer tamales, un alimento que data de la época precolombina, pero en realidad ¿cuál es el verdadero origen de esta festividad en México?

Recapitulemos, el 2 de febrero o mejor conocido como el “Día de la Candelaria” es una fiesta celebrada por católicos en honor a la presentación de Jesús en el Templo, la Purificación de la Virgen tras el parto y la aparición de la Virgen de la Candelaria en Tenerife, España; por tanto, esta celebración no sólo es única en México, sino también en ciudades extranjeras como Canarias, Pedrera y Palencia.

Algunos sostienen que comenzó en oriente con el nombre del “Encuentro” y luego se extendió a occidente en el siglo VI, llegándose a celebrar en Roma con carácter penitencial.

Se desconoce con certeza cuándo comenzaron las procesiones con velas relacionadas a esta fiesta, pero ya en el siglo X se celebraban con solemnidad.

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A pesar de que en las zonas urbanas de la república se acostumbra a que, quien sacó el niño oculto en la rosa de reyes, compre los tamales y atole para el 2 de febrero, en zonas rurales se mimetizó con los orígenes prehispánicos de nuestros antepasados, y es común que en algunos pueblos los habitantes lleven mazorcas a las iglesias católicas para que sean bendecidas.

Lo anterior, como parte del ciclo de una cosecha exitosa, pues casualmente el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca, fecha en la que se celebraba a algunas divinidades tlaloques.
¿Y tú como celebras este día?