Leicester aún sueña con ir al último baile a Cardiff, donde miles de aficionados quieren ver coronarse una vez más a la 'Cenicienta' del futbol, pero ahora en el torneo más importante de Europa, la Champions League.

El sueño se avivó después de que los Foxes se impusieran 2-0 al Sevilla en el juego de Vuelta de los Octavos de Final, obteniendo un marcador global a su favor de 3-2.

Wes Morgan abrió el marcador en el King Power Stadium al minuto 27 y se convirtió en el primer futbolista de Jamaica en anotar en la Liga de Campeones. El centroamericano tuvo la suerte de su lado, pues tras un cobro de tiro libre el balón le pegó en la pierna y se incrustó en el fondo de las redes para el 1-0.

Parecía que la 'diosa fortuna' se puso la casaca de los Foxes, pues tras el tanto fortuito de Morgan, a Marc Albrighton le cayó un balón que intentó despejar la defensa sevillista y fulminó a Sergio Rico con un zurdazo cruzado para poner el 2-0.

El cuadro blanquirrojo sólo necesitaba un gol para llevar el partido al alargue, pero toda posibilidad se desvaneció cuando al 74' Samir Nasri fue expulsado por un cabezazo contra Jamie Vardy.

Sin embargo no todo estaba perdido para los dirigidos por Jorge Sampaoli, ya que al 80' la luz de esperanza brilló más fuerte que nunca para llevar el encuentro a los tiempos extra, cuando el silbante marcó una pena máxima.

Bajo los tres palos se encontraba Kasper Schmeichel, parado sobre la línea de gol y junto a la suerte, quien le sonreía y no lo abandonaría hasta que el balón golpeara en sus manos y evitara el tanto que alargaría la agonía para ambos clubes.

El ánimo del Sevilla se vino abajo y el Leicester se creció, aguantó el marcador y ganaron el partido más importante de su historia. Ahora sólo les queda seguir soñando con pasar los Cuartos de Final, Semifinales y, una vez más, pensar en alzar un trofeo que parece inalcanzable, como aquella Premier League que obtuvieron de la mano de Claudio Ranieri.