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El nombre de Fátima Rosales ha vuelto a encender el radar del futbol femenil poblano. Después de meses de silencio, rehabilitación y trabajo en solitario, la mediocampista parece estar protagonizando un posible regreso al Club Puebla Femenil en el Torneo Clausura 2026.
Lo que comenzó como simples rumores se ha convertido en un tema obligatorio entre aficionados y especialistas, luego de que la jugadora fuera vista en entrenamientos a través de una historia en Instagram compartida por el equipo de preparación física Team Hdita.
En dicho video, Fátima aparece concentrada, fuerte, ejecutando rutinas avanzadas de resistencia junto al equipo de preparación del Puebla Femenil, lo cual ha puesto sobre la mesa una pregunta: ¿estamos ante el inminente regreso de una de las jugadoras más sólidas que ha tenido La Franja?
La segunda parte de Rosales con el Puebla Femenil
Para la institución poblana, la idea no es solo lógica, es profundamente estratégica. Fátima Rosales no fue una jugadora más durante su primera etapa con el club; fue un pilar.
En un plantel que atravesaba constantes reconstrucciones, ella se ganó a pulso un lugar en la columna vertebral del equipo. Disputó más de 53 partidos con la camiseta blanquiazul y, con el paso del tiempo, se consolidó como mediocampista equilibrada.
Sus cuatro anotaciones no representaron simples estadísticas para el archivo, fueron goles que cambiaron partidos, que impulsaron al equipo en momentos de tensión y que reforzaron su perfil como futbolista confiable.
Rosales brilló por su constancia en aquel conjunto conocido como “El Equipo de los Moños”, guiado por la directora técnica María José López. Su aporte en cancha era evidente: liderazgo silencioso, lectura de juego y sacrificio en cada metro del terreno de juego.
Con el avance de las jornadas, se convirtió en una pieza fundamental del esquema poblano, hasta que una lesión la obligó a detenerse por varias semanas. Su regreso nunca pudo completarse al cien por ciento y, aunque luchó por recuperar su mejor versión, la dinámica del equipo ya había cambiado.
Buscando nuevos retos, Fátima emprendió un camino distinto y firmó con el Toluca Femenil, un movimiento que parecía abrir una etapa de crecimiento y proyección.
Sin embargo, apenas comenzaba su adaptación al equipo mexiquense cuando vivió uno de los episodios más duros de su carrera: la ruptura del ligamento cruzado interior y del ligamento colateral medial.
La lesión, ocurrida pocas semanas después de su llegada, truncó cualquier posibilidad de debutar. La rehabilitación fue larga, exigente y, al finalizar su contrato de un año, su etapa con Diablos femenil concluyó sin contar minutos con el equipo.
A pesar del golpe emocional y profesional, Rosales se mantuvo firme; en lugar de alejarse del futbol, la adversidad la llevó a una reinversión personal, siguió entrenando por su cuenta y espera pacientemente para regresar a las canchas.
Aunque el club no ha confirmado oficialmente su regreso, los tiempos administrativos abren la puerta a que su incorporación pueda concretarse en las próximas semanas. El registro de altas para el Torneo Clausura 2026 sigue vigente para afinar los detalles contractuales.
1 Año estuvo fuera del Club Puebla
El Dato
Fátima Rosales en su primera etapa con Puebla Femenil disputó 53 partidos oficiales de Liga MX Femenil y anotó 4 goles

