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México.- A final de cuentas la Serie Final no resultó pareja, pero eso no importa a los aficionados de los Dodgers de Los Ángeles, ya que dicha novena vino de atrás para quitarse una desventaja de cinco carreras para terminar ganando 7-6 a los Yankees de Nueva York y convertirse en los nuevos campeones de la MLB.
El ataque tempranero de los Yankees rindió frutos ya que apenas habían pasado tres entradas y ya ganaban 5-0, lo que hacía presagiar que la serie regresaba a Los Ángeles.
Pero el destino de esta Serie Final ya estaba escrito desde hace una semana, como si fuera algo divino, como si los Dodgers recibieran una ayuda especial, la cual seguramente llegó por parte de Fernando Valenzuela.
En este quinto juego los Bombarderos del Bronx opusieron resistencia, pero la dinamita que caracteriza a los cañoneros de los Dodgers les permitió sacar otro juego de Yankee Stadium, el más dulce en su historia.
Es así que para ganarlo todo, los Dodgers tuvieron que darlo todo. Tuve que afrontar un feo déficit inicial. Tuvieron que vaciar su bullpen. Tuvo que recuperarse contra Gerrit Cole y luego contra los mejores relevistas de los Yankees. Tenía que obtener una salvada del abridor Walker Buehler para asegurar la Serie Mundial, de todas las personas.
Con un esfuerzo de equipo imperturbable, los Dodgers consiguieron su segundo título de Serie Mundial en los últimos cinco años y el primero en una temporada completa desde 1988 al vencer a los Yankees en el Juego 5 el miércoles por la noche en el Yankee Stadium.
Y en esta victoria por 7-6, se ganaron la celebración con champán de la manera más dura, convirtiéndose en el primer equipo en una victoria que aseguró la Serie Mundial en remontar cinco o más carreras.