The Guardian - Pierre-Emerick Aubameyang pudo sentir un momento de respiro. Todos los jugadores del Arsenal podrían hacerlo. Faltaban 71 minutos en el reloj en el partido del miércoles en casa contra el Southampton , quedaban 10 hombres, de nuevo, y las paredes se estaban cerrando. Pero Kieran Tierney tenía el balón en la posición de lateral izquierdo y había espacio libre delante de él, la oportunidad de hacer terreno.

Lo que hizo Tierney a continuación fue poner el balón en cuero hacia la portería de Southampton. Aunque estaba dentro de su propio campo, el hecho de que el portero visitante, Alex McCarthy, estuviera muy lejos de su línea, parecía que Tierney había tomado el tiro. En cuyo caso fue una decisión ridícula. Southampton aceptó la devolución de la posesión y siguió presionando por el gol de la victoria.

En el área técnica, Mikel Arteta gritó por la calma. El técnico del Arsenal hizo el gesto reconocido internacionalmente con las manos, moviéndolas lentamente hacia arriba y hacia abajo, en un intento de reforzar el punto. Pero nadie está tranquilo en el Arsenal en estos momentos.

El error de Tierney fue un pequeño ejemplo de lo que sucede cuando la ansiedad invade a un jugador. Había otros más grandes. Danny Murphy hizo hincapié en el partido del día, que también fue claro para todos dentro del estadio, sobre cómo el Arsenal comenzó el juego: cayendo profundo, sin ejercer presión sobre el balón. No fue solo en la primera serie de acciones, sino durante los primeros 30 minutos más o menos. Theo Walcott, ex extremo del Arsenal de Southampton, dijo que podía sentir el miedo en su antiguo lado.

Dani Ceballos tuvo una oportunidad de tiro a corta distancia en el minuto 37 solo para intentar (y fallar) comprar un penalti y luego estaba Gabriel, quien ha sido posiblemente el mejor jugador del Arsenal durante una temporada traumática. Aqui no. Luchó para reprimir al delantero de Southampton, Che Adams, y perdió la cabeza en el minuto 62, haciendo retroceder a Walcott para recibir una segunda tarjeta amarilla barata.

Fue la tercera expulsión del Arsenal en cinco partidos de la Premier League, tras el cabezazo de Nicolas Pépé en Leeds y el estrangulamiento de Granit Xhaka contra Burnley , otros dos casos de jugadores que no canalizaron correctamente sus deseos competitivos, abrumados por las altas apuestas.

Aubameyang fue honesto en su valoración. “Por el momento creo que a veces estamos un poco nerviosos porque necesitamos puntos”, dijo el capitán. “Quizás a veces hacemos cosas estúpidas pero puedo entender. Tenemos que mantener la calma e intentar ser un poco más inteligentes en ese caso e intentar quedarnos con 11 en el campo porque lo necesitamos en este momento ”.