El Milan conquistó este viernes la séptima Supercopa italiana de su historia, al imponerse por 4-3 en los penaltis en el estadio Jassim Bin Hamad de Doha en un partido en el que el portero Gianluigi Donnarumma realizó la parada decisiva en la última pena máxima, del argentino Paulo Dybala.
El conjunto "rossonero" salió ganador en un duelo de gran intensidad, en el que el Juventus se había adelantado por medio de Giorgio Chiellini antes de recibir el empate de Giacomo Bonaventura, propiciada por una gran asistencia del español Jesús Fernández Sáez "Suso".
El Milan, que fue liderado por una óptima actuación del extremo gaditano, alcanzó al Juventus como equipo que conquistó más Supercopas italianas (7) y logró poner en discusión el dominio del conjunto turinés en el fútbol italiano, que llegaba a este partido tras ganar Scudetto y Copa nacional.
El técnico "bianconero", Massimiliano Allegri, confirmó el 4-3-1-2 con el que se impuso al Roma el pasado sábado y apostó por el bosnio Miralem Pjanic como centrocampista ofensivo, que actuó por detrás del argentino Gonzalo Higuaín y del croata Mario Mandzukic.
En el Milan, el entrenador Vincenzo Montella salió con el colombiano Carlos Bacca de delantero centro, acompañado en las bandas por Suso y Bonaventura, con el último citado que se sumaba a la línea de los centrocampistas en fase defensiva.
Los turineses tomaron el mando del juego con gran autoridad en los primeros minutos y, tras un primer aviso de Stefano Sturaro, cuyo derechazo desde fuera del área fue parado por Donnarumma, se adelantó merced al internacional italiano Giorgio Chiellini.
El defensa aprovechó un saque de esquina botado por Pjanic para batir con un cabezazo al arquero rival y darle la ventaja a su equipo tras 18 minutos de dominio absoluto (1-0).
El Milan, que nunca se había acercado a la portería de Gianluigi Buffon en la fase inicial, cogió confianza con el pasar de los minutos y empezó a atacar la defensa del Juventus en las dos bandas, guiado por Suso y Bonaventura.
El extremo español fue desequilibrante en el carril derecho y precisamente en un centro suyo se originó la igualada de los milaneses, en el 38. Suso buscó en el área de penalti a Bonaventura, que prolongó la trayectoria del balón de cabeza y sorprendió a Buffon (1-1).
La defensa de los turineses, que es desde hace cinco años la menos batida del campeonato italiano, está mostrando dificultades en los balones aéreos y concedió hoy el séptimo tanto de cabeza del año.
Los dos conjuntos dieron vida a un partido muy espectacular en la reanudación y mantuvieron el ritmo muy alto.
Los "rossoneri" siguieron apretando con agresividad y tuvieron una gran ocasión con Alessio Romagnoli en el 56, pero su cabezazo se estrelló contra el larguero con el portero del Juventus ya batido.
Tras sufrir durante varios minutos, Allegri tomó una decisión ambiciosa y dio paso al argentino Paulo Dybala en sustitución de Pjanic, pasando a una delantera tres, con Higuaín y Mandzukic. El cambió táctico dio nueva energía a la zona ofensiva de los turineses, que crearon ocasiones con más continuidad.
Sin embargo, Buffon y Donnarumma fueron los protagonistas de la segunda mitad y forzaron con sus grandes intervenciones, las más importantes sobre unos intentos de Bacca y Dybala, la prórroga.
El Milan, que fue liderado a lo largo de todo el encuentro por los cambios de ritmo de Suso, dispuso de una grandísima ocasión nada más empezar la prórroga pero Bacca falló el impacto con el balón a pocos metros de la portería.
Por su parte, el Juventus protestó por un gol anulado por posición de fuera de juego del francés Patrice Evra aunque las imágenes mostraron claramente que el colegiado acertó con su decisión.
Tras 120 intensos minutos, los dos equipos se jugaron la Supercopa italiana en la tanda de penaltis.
Allí, tras llegar con el 3-3 a los últimos dos penaltis, Donnarumma realizó una gran intervención sobre el intento de Paulo Dybala y el croata Mario Pasalic anotó con seguridad para darle el trofeo al Milan.
Se trata de un momento de gran importancia para los "rossoneri", que no ganaban títulos desde 2011 y que volvieron hoy a levantar una copa. El triunfo del conjunto que entrena Montella supone además la rotura del dominio del Juventus en el fútbol italiano.
Los turineses, que llegaban a este partido en calidad de campeones de Italia y de la copa nacional, tuvieron que rendirse ante un Milan que lo dio todo y perdieron su primer objetivo de la temporada.