El debut de Diego Armando Maradona como entrenador de Dorados fue de ensueño, el argentino vivió de todo desde la banca y si bien tiene apenas 10 días como DT, el equipo recuperó confianza y el gol, consiguiendo una goleada de 4-2 a Cafetaleros.
El Pelusa gritó, manoteó, se lamentó, se emocionó, se enojó, rezó, bailó y festejó con todo las anotaciones que le dieron el primer triunfo como estratega de Dorados, que no había ganado en lo que iba del Apertura 2018.
#Dorados goleó a @Tapachula_FC en Sinaloa.
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La primera mitad fue de pocas emociones y eso llevó a que Maradona se comiera las uñas pensando en cómo hacer que su equipo pudiera capitalizar las pocas ocasiones de gol que se le presentaron, mismas que ahogaron su primer festejo de gol con los sinaloenses.
El Diego se paró de la banca pocas veces, desde ahí mandaba sus indicaciones y dialogaba con Luis Islas para tratar de hacer alguna mejora en el equipo, pero el tiempo se escapó y cuando el árbitro pitó el final no le quedó más que aplaudir el esfuerzo de sus jugadores con la mirada fija en la cancha.
Para el segundo tiempo las acciones del partido contagiaron al argentino que dejó la banca para vivir el partido desde su área técnica. El primer gol cayó con un remate de cabeza de Vinicio Angulo y lo celebró abrazando a Islas y después besar las cabelleras de Christian Baez y de Juan Meza que estaban cerca de él.
La sonrisa en el rostro reflejaba la alegría de ver cómo su mano empezaba a notarse en un equipo al que le faltaba confianza y la celebración se incrementó con el doblete de Angulo corriendo hacia donde festejaban todos sus jugadores.
VINIC10 X2. ??? pic.twitter.com/lLQuQnwIA5
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Dorados se desconcentró y Tapachula se encargó recortar en el marcador, fue entonces que Maradona enfureció y desquitó su frustración pegándole al techo a la banca, pues no podía creer lo que sucedía dentro del campo y es que minutos después del gol cafetalero, el Hobbit disparó desde tres cuartos de cancha y a pesar de que el balón cruzó la línea de gol, el silbante no lo validó.
El cuadro sinaloense y Maradona hicieron clic, el estratega dejó de lado el coraje de las desatenciones y se dedicó a animar con aplausos y gritos de apoyo que hicieron que sus jugadores volvieran a recuperar confianza y comenzaron a caer más goles.
La última anotación del partido fue obra de Alonso Escoboza, quien hizo que Diego bailara en el festejo, en una noche mágica para un hombre que a pesar de todo, quiere limpiar su nombre y reivindicarse con un deporte al que le dio mucho como futbolista.
? Para cerrar el partido... ¡apareció la zurda @alonsoescoboza! ?? pic.twitter.com/j5KEr7pzeS
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