Toronto, el monarca de la MLS, peleará contra las Chivas por el pase al Mundial de Clubes. No sólo sobrevivió en el Estadio Azteca, sino que salió con la bandera por todo lo alto tras el 1-1 (4-2 global) contra las Águilas.
En un día en el que llovieron gestas en el futbol internacional, el América requería apelar a ese ADN de remontadas, más aún cuando al 12’ Jonathan Osorio complicó el panorama con su gol, tras una descolgada en la que William da Silva y Emanuel Aguilera quedaron mal ubicados.
En el partido hubo tensión en las gradas, en un pletórico Azteca aferrado a la voltereta de su equipo, y en la cancha también porque en todo momento el cuadro local agredió al monarca de la MLS, con el asterisco de la falta de contundencia y el gran desempeño del portero Alex Bono, quien le sacó un gol cantado a Paul Aguilar y luego desvió un cabezazo de Alejandro Díaz.
Las Águilas se mataron. Los dos que no se desgastaron tanto en el primer tiempo, William y Henry Martín, ya no jugaron en el complemento.
Quizá ya en la almohada Oribe Peralta le dé vueltas al mal golpeo de pelota al 54’, Andrés Ibargüen a la deficiente conducción en un mano a mano, Agustín Marchesín al mal cobro de un tiro libre o varios jugadores al no ubicarse en el área penal en varias diagonales retrasadas.
Al Toronto le bastó con ordenarse en la zaga y seguir las indicaciones del experimentado Michael Bradley. El equipo no perdió la concentración ni siquiera porque al minuto 5 fue sustituido Jozy Altidore por lesión.
El gol de Matheus Uribe, de penal, cayó muy tarde, ya a escasos minutos de que el Toronto se colgara la etiqueta del “mata mexicanos” en la Concacaf, aunque en su horizonte aún están las Chivas.
El América echó a perder el Clásico en la final de la Concacaf Liga de Campeones.
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