Este lunes no fue un día común en La Noria, a donde el técnico español fue, como de costumbre, uno de los primeros en arribar, pues tras la eliminación en Liguilla, el plantel fue citado a las 11 del día para romper filas.

Antes de hablar con sus muchachos, Jémez hizo una parada con el Yayo de la Torre; estuvieron juntos por unos minutos y luego se dirigieron al vestidor.

El director deportivo transmitió al plantel un mensaje del presidente, Guillermo Álvarez Cuevas, y luego cedió la palabra al español, quien expresó su sentir ante la decisión de dejar al equipo. En teoría, fue él quien decidió marcharse porque extraña a su familia.

Jémez agradeció a sus pupilos el esfuerzo y repitió una frase que, por cierto, alguna vez podía leerse en su foto de perfil: “Prefiero morir con una flecha en el pecho, que clavada en el cu…”.

Paco les dijo que si tenía que ‘morir’, debía ser de la manera como lo hizo en la serie de Cuartos de Final ante América, siendo ofensivo.

Asimismo, les hizo saber que a pesar de los pesares, estaba orgulloso porque finalmente, encontró una identidad y una forma de juego que era muy cercana a lo que aspiraba hace un año que llegó, además que sabía que había montado las bases para que Cruz Azul siga creciendo.

Sin embargo, dio mérito a los jugadores, a los que señaló (palabras más, palabras menos): “Esto no lo he conseguido yo, sino todos ustedes, por su convicción, por su unión y por su trabajo”.

EL ‘CHACO’ LE HABÍA PEDIDO QUE NO SE MARCHARA

Se dijo muy agradecido con todos y cada uno, y después José de Jesús Corona y Cristian Giménez tomaron la palabra para agradecerle. Incluso, luego de la eliminación ante las Águilas en el Azteca, este último pidió a su técnico que no se fuera, pues su gestión era muy provechosa para el equipo.

Ese día (domingo), varios jugadores se acercaron para abrazarlo y disculparse por no haber podido sacar a flote la serie.

LLORARON JUNTOS

En el reencuentro de este lunes con sus jugadores, después de aquel triste momento, el ‘Chaco’ no pudo evitar las lágrimas al dirigirse a su hoy exentrenador.

Visiblemente emocionado, el argentino naturalizado lloró frente a Jémez y sus compañeros por otra Liguilla truncada y la inevitable partida del técnico, a quien contagió y también rompió en llanto.

Antes de abandonar las instalaciones cruzazulinas, el estratega aún se dio tiempo para descender de su auto y atender a unos cuantos aficionados que se dieron cita en La Noria. Así quedarían plasmadas las últimas firmas y así serían capturadas las últimas selfies de Paco Jémez en su paso por México.