Columna de : Polibio

"Así las Cosas"

El reciente informe de la Auditoría Superior del Estado (ASE) sobre la Cuenta Pública 2022 del ex candidato a gobernador panista, Eduardo Rivera, pone en evidencia una triste y preocupante realidad: un presunto daño patrimonial de 45 millones de pesos.

Aunque 29 de las 58 observaciones han sido aclaradas, persisten irregularidades en contratos de servicios y asesorías. Este tipo de situaciones, que deberían ser excepciones, parecen convertirse en una constante en el manejo de recursos públicos en nuestro país.

Es preocupante que las autoridades, en lugar de ser ejemplo de transparencia, continúen cayendo en prácticas que erosionan la confianza de la ciudadanía.

¿Qué hay detrás de estas irregularidades? Los contratos de servicios y asesorías han sido históricamente espacios propicios para el desvío de recursos o el manejo discrecional de fondos. La ASE ha señalado las áreas donde se debe poner más atención y vigilancia con los dineros, pero la verdadera interrogante es si existe voluntad política para corregir el rumbo.

Los próximos 30 días serán cruciales para que el gobierno municipal a cargo del edil sustituto Adán Domínguez responda. No solo está en juego la reputación de una administración, sino también el manejo responsable de los recursos que pertenecen a la sociedad poblana. La exigencia debe ser clara: rendición de cuentas y acciones correctivas contundentes.

En tiempos donde la política está bajo constante escrutinio, es inaceptable que este tipo de "anomalías" siga siendo parte del paisaje cotidiano.

Así las cosas...