Por supuesto que las cárceles tienen de huéspedes a muchos presos políticos; es decir, a personas que no han cometido delitos, pero se los han fabricado.
Imposible saber el número exacto.
Esa gente no tiene que estar privada de su libertad.
También hay verdaderos pájaros de cuenta que están en libertad presumiendo fortunas mal habidas y una impunidad que ofende a la sociedad, uno de ellos es el extorsionador Arturo Rueda Sánchez, quien cínicamente se ostenta como un preso político.
Farsante al máximo, se presenta como un ciudadano víctima del sistema judicial y lo cuenta a incautos que caen en sus redes.
Sus socios, sus cómplices, sus paleros festinan su orfandad de escrúpulos.
Eso sí, le enseñaron en la cárcel a fabricar rosarios que dice regalarlos a sus enemigos.
Rueda, es un extorsionador confeso que estuvo 14 meses en el penal de Tepexi de Rodríguez, hasta que fue perdonado y luego beneficiado extrañamente con la libertad condicional, a pesar de estar acusado de otros delitos graves. Le cambiaron las medidas cautelares por una firma semanal.
Arturo Rueda Sánchez, no es un preso político, sino un vil extorsionador, un delincuente que es protegido y beneficiado por mentes perversas. Por tanto, gana el PREMIO PINOCHO Y SU CORCHOLATA DE PATO PASCUAL, por mentiroso.
*(ABC Puebla)
