El Presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció la eliminación del Seguro Popular, uno de los programas emblemáticos de los últimos 3 sexenios. A cambio, el mandatario pondrá en marcha un Sistema de Salud conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS.
Es bien sabido que el sistema de salud mexicano se ha deteriorado a través de los años, por múltiples factores, lo cual ha llevado al colapso este rubro.
Problemas como desvío de recursos, mala dirección, sindicalismo, hospitales en mal estado, negligencias, explotación laboral, corrupción y negocios ilícitos, son parte de la putrefacción en la Seguridad Social.
Desde los años 90’s el IMSS se ha visto mermado al carecer de presupuesto, hoy en día solo quedan las ruinas de un gran instituto que se sostiene a través de las aportaciones de los trabajadores y las empresas.
El próximo secretario de salud tendrá un gran reto: al poder unificar los sistemas de salud (ISSTE, ISSTEP, SECRETARIA DE SALUD), para que todo forme parte de uno solo.
La Administración de López Obrador tendrá que contemplar la contratación de personal, combatir a los sindicatos de trabajadores, erradicar la corrupción, mejorar servicios logísticos, permitir el abastecimiento de medicamentos y dignificar el trabajo del personal médico.
Sin duda,la nueva reforma de salud tendrá que lidiar con las ruinas de sexenio peñista, contruir un sistema eficiente y llevar a todo el país el Sistema de Cobertura Total en Salud.