El 1 y 2 de noviembre son fechas de celebración para los mexicanos, pues esperan con alegría la visita de sus familiares que partieron de esta tierra por causas naturales, enfermedades o en algún accidente, pues según los antepasados, año con año retornan los muertos de Mictlán, el cual era la última morada de quienes no morían en batalla, parto, sacrificados o por agua: era el lugar de los muertos, el noveno piso del inframundo.
Las nueve regiones del Mictlán o Chiconauhmictlán, hacen referencia al inframundo de la mitología mexica, creencia referidas al espacio y al tiempo, estructurando un universo en parcelas o regiones determinadas por unas fuerzas vivas. Su creación se debe a los llamados "dioses creadores", (Xipetótec, Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli).
Para llegar al Mictlán, las almas llegaban a un río donde sólo podían cruzar con un perro pardo, así ingresaban a otra dimensión.
Se explica que “en cada dimensión existe un señor del día y otro de la noche, en total son 18 que multiplicados por 20 resultan 360 días del año; más cinco puntos cósmicos que son: la tierra, el agua, el viento, el fuego y el Sol, nos da un total de 365 días del año”.
Se contaba en los tiempos mexicas que la muerte significa alegría, trascendencia y regresar al lugar de origen, pues es parte del ciclo celestial, ya que el cuerpo se desintegra, pero el espíritu vive por toda la eternidad, cuidando a quienes dejaron en vida.
Por lo anterior, se acostumbra poner la ofrenda durante la noche del 31 de octubre para recibir a las almas de los niños que llegan el 1 de noviembre; al día siguiente, es decir el día 2 de noviembre, llegan los adultos, por lo que debes retirarla hasta el 3 de noviembre.
¿De cuántos pisos debe ser?
Si es de uno o dos pisos, representa la tierra, el cielo y el purgatorio. Hay quienes la ponen de hasta 7 pisos para representar las etapas por las que el alma debe pasar para obtener descanso, pero si quieres estar más real y cercano a la original y tradicional ofrenda, se tendría que hacer de nueve pisos, representando el lugar de aquellos que no murieron en guerra.