Acostumbrados a operar con la sombra de la corrupción que obtuvieron de los gobiernos priistas, los transportistas hoy quieren regresar por sus fueros y amenazan crear caos si no les autorizan aumentar  la tarifa.

 

Este verdadero monstruo de mil cabezas es generador de caos, corrupción, desorden, homicidios y delincuencia.

 

A los transportistas no les importa otorgar un servicio de calidad. No.

 

Solo les interesa ser máquinas que produzcan riqueza para sus concesionarios.

 

La mafia que han logrado consolidar ha sido con la complicidad de las autoridades.

 

¿Quién no recuerda la concesión de la línea de transporte que le fue retirada en su totalidad a Valentín Meneses, ex secretario de Comunicaciones y Transportes y compadre y amigo de Mario Marín?.

 

Si, me refiero a la ruta Bicentenario cuyos camiones eran color rojo.

 

Sin lugar a dudas los usuarios se convierten en víctimas de los constantes abusos de los transportistas.

 

Incluso me parece denigrante subirse a las chatarras e inservibles unidades que presumen los transportistas.

 

Estas verdaderas lacras tienen la obligación de otorgar un servicio de calidad y dejar de pensar en amagar cada sexenio si no les llenan las bolsas de dinero.

 

Lo que sí urge y merecen, son leyes más severas para que no sean generadores del caos y delincuencia que ofenden a la sociedad.

Las sanciones son blandas comparado a Gobiernos PRI Medusa

 

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