La presidenta municipal de San Pedro Cholula, Paola Angón nunca pensó que la maldita soberbia la alcanzaría para terminar con la cadena de corrupción que ha tejido desde que llegó a gobernar ese noble municipio.

Tras ser exhibida en un audio escándalo por haber entregado 2.5 millones de pesos al corrupto lidercillo del PRI, Néstor Camarillo para comprarle una candidatura, la mujer desvaneció y envejeció al grado de dejarse ver sin su acostumbrado look impecable.

No es para menos: tendrá que explicar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Fiscalía General de la República (FGR), la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de la Función Pública y lo que se sume en próximos días, el por qué pagó dicha cantidad y el origen, así como el uso de recursos de procedencia ilícita.

Paola Angón es la primera mujer poblana en la historia de Puebla que es exhibida como una grotesca mujer que incurre en actos de corrupción. Los peritajes que vengan demostrarán que es su voz y no hay manipulación ni edición alguna.

Angón se ha caracterizado por su desprecio a las clases más desprotegidas y odio a los medios de comunicación críticos. No tolera que la incomoden con preguntas difíciles y ha ordenado a los policías a su cargo golpear a periodistas.

Los señalamientos de corrupción serán exhibidos cuando entregue el cargo y serán de pronósticos reservados porque ha sucumbido a la tentación por los negocios al amparo del poder.

En lo personal me da pena ajena que un ser ambicioso ensucie a su familia y no perciba el eterno daño que le puede hacer al manchar su nombre y apellido.

Hoy se encuentra en el ojo del huracán y no puede culpar a nadie, sino a esa enfermedad que le da a la gente que maneja recursos públicos y afecta a miles de familias a las que no les entregan los beneficios.