La hiena sollozó ayer.
La libertina hiena moría de melancolía. Moría de melancolía, pero no como murió un ser indefenso.
La libertina hiena que mató a su hijo porque creyó heredar el trono que no merecía.
La libertina hoy se sabe descubierta y no le alcanzará su vida para redimirse.
Escándalos, corrupción y ahora el homicidio de su hijo, el bebé que la pudo hacer mamá.
Por eso ayer lloró más y más.
La libertina anda herida, enloquecida y jura derramar sangre, incluso más de la que derramó cuando abortó.
Su lenón anda herido pero se le pasará, pues hoy disfruta el dinero robado, el alcohol caro y la marihuana que tanto gusta.
PD viva la familia.