Varios días con sus noches completas tuvieron que pasar para que el morenovallismo se diera cuenta que había cometido un grave error: negarle a Tony Gali Fayad la posibilidad de ser gobernador por 4 años y 8 meses.

Con ello, ahorita el grupo en el poder no hubiera sufrido los embates de los porros de Morena y se prepararía para transitar tranquilamente dentro de tres años a otro momento político.

En aquellos tiempos fueron Patricia Leal, Jorge Aguilar, Eukid Castañón y Luis Banck y hasta Cabalán, quienes se opusieron a que Gali fuera favorecido con las reformas legislativas para la famosa minigubernatura.

El ex gobernador Rafael Moreno Valle los escuchó, cedió y por último se arrepintió porque ninguno creció para dar la batalla política-electoral.

Gali en todo momento fue el mejor activo del gobierno morenovallista, tan es así que ganó dos elecciones difíciles ante dos priistas competitivos: Enrique Agüera y Blanca Alcalá.

Gali demostró que el trabajo mata a la grilla.

Hoy soplan difíciles tiempos políticos y en 6 años no se ve quién le pueda hacer frente a Alejandro Armenta, inminente candidato de Morena a la gubernatura de Puebla.

Las grillas estériles no deben tener cabida si el grupo en el poder no quiere tener una amarga experiencia.

Después de Martha Erika ¿alguien ve a un posible y real candidato del PAN que le gane a Armenta?. 

Es pregunta, conste.