Nadie se explica quién venció a quién, en el pleito que protagonizaron el voraz candidato de la CTM Leobardo Soto Martínez y el candidato a la alcaldía Guillermo Deloya.
Y es que el insaciable líder obrero exigía la tercera posición en la lista de regidores del candidato priista, para entregarla a su pareja sentimental, la dirigente del Consejo Taxista
Por eso creció el pleito a tal grado que ni el CEN pudo pararlo, hasta que ambas partes pidieron la intervención de Jorge Estefan Chidiac.
Lo que sí es cierto, es que para el PRI la CTM y del CTEP no tienen fuerza ni validez, pues genera desconfianza por el doble juego que siempre juega el dirigente cetemista.
Hoy los priistas se burlaron del falso discurso de unidad que tanto presumen y en los hechos no existe.