Un personaje al que habremos seguir muy de cerca es al dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Fernando Morales Martínez.
La voracidad que lo caracteriza podría poner en riesgo 59 candidaturas en igual número de alcaldías del Frente por México, porque exige le sean entregadas.
La vida de Fernando Morales Martínez ha estado siempre en el ojo del huracán.
Pero dos han sido sus principales enemigos siempre: su locura y su desmedida ambición.
Su escandalosa forma de vivir y la fortuna ilícita que ha logrado, no aguantan un debate con sus adversarios políticos.
Ni qué decir su capacidad intelectual o preparación profesional.
Fernando se prepara para recoger lo más posible del botín electoral del 2018.
Y quienes lo conocen piden que le amarren las manos y boca, pues su naturaleza lo traiciona.
Ahí está "El Parri", aquel ex dirigente del PRI que hace 18 años, es decir, a sus 30 años, presumía mentarle la madre a su padre, en ese entonces el ex gobernador Melquiades Morales Flores.
Y fue a esa edad, en donde la ambición desmedida le hizo no tener llenadera.