Los gobiernos priistas a través de sus delegaciones, son el más claro ejemplo de incapacidad, desinterés y omisión.

También de corrupción.

En Puebla, cada delegación tiene su historia y personajes que reúnen esas características.

Ayer, un grupo de empleados del IMSS pararon labores porque acusan que no se les dan los materiales necesarios para realizar su trabajo.

Lamentablemente el ex delegado Rodolfo Reyes Coria se dedicó a hacer negocios y olvidó la función de esa noble dependencia.

En la SEDESOL, el delegado Juan Manuel Vega Rayet y el subdelegado José Rocha, se dedican a manipular los programas sociales y a acrecentar su ilícita fortuna al amparo de sus cargos.

En la Sedatu, El delegado Román Lazcano se prepara para recibir sus primeros diezmos por las obras que ejecutará y prepara su candidatura a diputado.

En Segob, su delegada es un cero a la izquierda y es ignorada para diversos temas de seguridad y gobernabilidad.

Y en el resto de las delegaciones brilla la mediocridad de sus titulares, que por no tener acciones que presumir, permanecen callados, agazapados y en espera de su relevo prontamente.

Este es el perfil de los funcionarios del gobierno de Peña Nieto.

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