La Fiscalía General del Estado de Puebla, a través de investigaciones de gabinete y campo a cargo de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), esclareció el secuestro y homicidio de un estudiante de contaduría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), de 19 años de edad y originario de Teziutlán, Puebla.
El pasado 17 de mayo, los padres de la víctima con residencia en Teziutlán, Puebla comenzaron a recibir llamadas de una persona de sexo masculino, quien les dijo tener a su hijo secuestrado y que juntaran dinero para que lo liberaran con vida, en virtud de lo anterior y al encontrarse estudiando en Puebla capital, intentaron comunicarse con él, sin embargo, no tuvieron éxito.
Ante dicha situación, se trasladaron a la Ciudad de Puebla a la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto, a efecto de denunciar el secuestro, dando inicio a la carpeta de investigación correspondiente y con ella comenzaron de manera inmediata las labores de asesoría y manejo de crisis, así como las investigaciones de campo y gabinete.
El proceso de negociación se encontraba en curso con un aproximado de 12 llamadas de exigencia económica cuando en las primeras horas del 18 de mayo, esto es, en menos de 24 horas, se localizó el cuerpo sin vida de la víctima el cual fue abandonado por la tarde del mismo 17 de mayo en una de las habitaciones del Hotel Miño, ubicado en la colonia el Resurgimiento.
Ante lo acontecido y derivado de la divulgación de dicha información en diferentes medios de comunicación los captores suspendieron las llamadas de exigencia económica, sin embargo, las investigaciones de gabinete y campo ya contaban con datos trascedentes para ubicar la identidad de los captores.
A esta información se sumó la obtenida en la escena del crimen permitiendo que los agentes investigadores adscritos a la FISDAI lograran determinar la identidad de los 5 captores que participaran en el hecho, entre ellos, un compañero de clase de la víctima de nombre Uriel “N”, quien se encargara de citarlo en Plaza Dorada y una vez en el lugar llegaron 4 personas más amistades de Uriel y con engaños lograron convencer a la victima de trasladarse a un Hotel.
Para ese efecto solicitaron los servicios de un taxi, quien los llevo previo al lugar de los hechos al Hotel 5 Villas, sin embargo, deciden no quedarse en ese sitio y se dirigen hacia el Hotel Miño, lugar donde lo privan de la vida.
Un aspecto importante en la investigación es la apertura de la BUAP a quien agradecemos su colaboración de manera inmediata y sin obstáculo alguno que permitió culminar las líneas de investigación, así como de la asociación hotelera que en casos como el presente auxilian en la inmediatez de la información.
El cúmulo de información fue entregado al Agente del Ministerio Público adscrito a la FISDAI para que por su conducto se solicitaran las órdenes de aprehensión correspondientes, las cuales fueron obsequiadas por el Poder Judicial del Estado.
Una vez que se contó con las 5 órdenes de aprehensión y en virtud de que todos los objetivos desde el día del hecho se encontraban en lugares diferentes se implementó un operativo logístico para dar cumplimiento a los referidos mandamientos, lo anterior a efecto de que ninguno de los probables responsables tuviera posibilidad de evadir la acción de la justicia, operativo que contó con cateos en diversos domicilios para cada uno de los objetivos.
Por lo que en las primeras horas del 2 de junio pasado se verificó el cumplimento de las órdenes de aprehensión sin un solo disparo ni daños a terceros, logrando el aseguramiento de:
Amedleni Uriel “N” de 19 años de edad, Guadalupe “N” de 18 años de edad, Nayeli “N” de 15 años de edad, originarios de San Martín Texmelucan, Puebla. También fue asegurado Jorge Luis “N” de 19 años de edad y originario de Huejotzingo e Iván Cándido “N” de 35 años de edad, originario de la Ciudad de México.
Al esclarecer el caso por parte de la Fiscalía General del Estado de Puebla, los imputados quedaron a disposición del Juez de Control por el delito de secuestro, con la agravante de haber privado de la vida a la víctima cuya pena para este ilícito va de 80 a 140 años de prisión.
Por lo que hace a Nayeli “N” de 15 años de edad, fue puesta a disposición del Juez de justicia para adolescentes quien determinara su situación jurídica.