Panajachel, uno de los municipios más turísticos de Guatemala y localizado en el departamento de Sololá, aproximadamente a tres horas al oeste de la capital del país, fue el paraíso turístico en el que un sereno Javier Duarte decidió refugiarse y pasar sus vacaciones junto a su familia.
El municipio de Panajachel, junto con Antigua, Chichicastenango y Tikal, es uno de los centros turísticos del país que cuenta con varios atractivos, siendo las bahías privadas uno de los más seductores para los visitantes de todo el mundo que buscan tener unas vacaciones relajadas.
El puerto de Tzanjuyú cuenta con hoteles de lujo, restaurantes, espacios de recreación y chalets; además en este puerto está localizado el lago Atitlán, que hace unos años había sido nominado para ser una de las siete maravillas naturales del mundo.
En el municipio mágico de Panajachel hay aproximadamente 70 hoteles, de los que aproximadamente la noche tiene un costo promedio de mil 707 pesos.
Duarte se hospedaba en el lujoso hotel Riviera de Atitlán, localizado dentro de a Reserva Natural de Bahía San Buenaventura, cuenta con vista preferencial al lago Atitlán y es próximo a puntos de interés como el Centro de Artes Casa Cakchiquel, el Museo Arqueológico Azul Maya, la Iglesia de Saint Francis y la Galería de arte ‘La Galería’.
El hotel cuenta con 100 habitaciones, el cual ofrece como servicios principales, gimnasio, sauna, piscina al aire libre y baños de hidromasaje; el precio por noche oscila entre mil 600 y hasta 3 mil pesos.
Para poder alojarse, el hotel Riviera de Atitlán solicita un depósito de garantía en efectivo o con tarjeta de crédito, por lo que es obligatorio presentar un documento de identidad válido.
Otras actividades favoritas por los turistas que visitan Panajachel, son las de ecoturismo como viajes en kayak, canotaje, parapente, tirolesa o excursiones en la reserva natural de Atitlán y en las ruinas de Iximche.
Hasta el momento se desconoce por qué Javier Duarte decidió ocultarse en uno de los sitios más turísticos de Guatemala y hacerse pasar por uno más de los vacacionistas que sólo buscaba descansar durante Semana Santa.