La violencia contra los políticos no da tregua en México. La más reciente víctima ha sido el presidente municipal de Santa María Chahuites, Leobardo Ramos Lázaro, en el estado de Oaxaca, quien ha sido asesinado a balazos la mañana de este jueves.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General del estado, Leobardo Ramos viajaba en su vehículo, en el barrio de San Antonio, cuando un auto le cerró el paso y los tripulantes le abrieron fuego. La víctima quedó tendida sin vida, al interior de la camioneta. El órgano ha informado que “inició la carpeta de investigación por el homicidio cometido en la región del Itsmo. Personal multidisciplinario de la Institución se encuentra en la zona para iniciar las diligencias correspondientes”.
En redes sociales, seguidores del edil acusaron el diputado federal, Gerardo Fernández Noroña, de incitar la violencia en contra de Ramos. “¿Cuántos huevos tiene el alcalde?”, preguntaba el legislador durante un evento en el que señaló al ahora occiso de “violento y corrupto”.
“Me dicen mis fuentes que el alcalde pedorro de aquí de Chahuites llegó pobre, sin una casa y que ya tiene tres”, afirmó Noroña.
Leobrado Ramos Lázaro participó en tres elecciones locales antes de ocupar la presidencia municipal de Santa María Chahuites, en 2015. El inicio de su administración estuvo marcado por un discurso xenófobo y su promesa de cerrar los albergues de migrantes, a quienes señaló como los principales generadores de violencia del municipio.
Ramos Lázaro —abanderado de la coalición Movimiento Ciudadano, Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Acción Nacional (PAN)— eleva la cifra de políticos asesinados, mientras el país se adentra en las campañas rumbo a los comicios de julio. La Asociación Nacional de Alcaldes asegura que en los últimos dos años han sido ejecutados cuatro ediles en el estado.