Carlos Romero Deschamps, senador y líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), es un hombre de "gustos simples". Amante de los Ferraris y relojes de oro de 18 kilates, posee yates de 3 millones de dólares y departamentos de lujo en Miami.
Como legislador, destaca de entre los 128 senadores, pero por su improductividad y ausencias.
Romero Deschamps ha protagonizado varios escándalos, como el desvío de 500 millones de pesos para una campaña presidencial de Francisco Labastida, en el 2000, y ha sido demandado penalmente ante la PGR por presuntos desvíos del sindicato petrolero. Sin embargo, hasta la fecha, sigue intocable.
En 1993 se convirtió en el Secretario General del STPRM, luego de que Joaquín Hernández Galicia, "La Quina" fuera detenido y encarcelado.
A este escándalo la prensa mexicana lo llamó el "Pemexgate", por dicho desfalco, en 2003 Romero Deschamps fue acusado y llevado a proceso penal por supuestamente haber entregado 1.500 millones de pesos del sindicato al PRI, sin embargo, años después un juez dio por expirado el delito porque la PGR nunca aportó pruebas contra el dirigente.
Romero Deschamps ha estado en el PRI desde 1961, ocho años después ingresó a Pemex. Cuando Carlos Salinas de Gortari fue presidente de México tuvo un crecimiento exponencial.
Sin haberse sometido en toda su vida a una elección, Romero Deschamps ha sido dos veces Senador de la República (1994-2000 y 2012-2018) y tres veces Diputado federal (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003).
El líder del sindicato petrolero ha estado al servicio de los presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. Todos han respetado su cacicazgo.