En este sentido, Moody’s subrayó que la administración saliente está preparando el borrador del presupuesto para 2019, que incorporará los objetivos de déficit en línea con la trayectoria fiscal actual, así como los supuestos macroeconómicos clave de crecimiento del PIB, inflación y precios del petróleo, que reflejan las expectativas plasmadas.

Sandra Beltrán, analista de la firma, señaló que dada la resiliencia de México, se estima un crecimiento estable del PIB de un dígito en 2018-2019 y añadió que no esperan que el déficit fiscal se incremente significativamente el próximo año.

“Si bien la nueva administración puede introducir un gasto suplementario, todavía prevemos un crecimiento constante del PIB de 2.0 por ciento en 2018 y un crecimiento de 2.5 por ciento en 2019 y no esperamos que el déficit fiscal aumente significativamente más allá de 2.0 por ciento del PIB durante 2019”, indicó en el reporte.

No obstante, la agencia advirtió riesgos en algunos sectores económicos si la nueva administración lleva a cabo algunas de las propuestas en materia energética y si cancelara el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Aseguró que la agenda energética de la administración entrante presenta tres riesgos particulares para Pemex: controlar los precios del combustible, exigir gasto de capital para la construcción o modernización de las refinerías y retrasar las subastas de petróleo y gas.

Agregó que el impulso positivo del sector turístico de México enfrenta riesgos por la violencia, la débil actividad industrial y la amenaza de que se cancele el NAIM.

“Vemos riesgos para el alojamiento debido a la violencia intensificada, la desaceleración de la actividad industrial y la inversión privada en áreas urbanas y las amenazas de cancelar el NAIM”, anotó.