Seis personajes son los que asesoran a Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo, en su trato con el Poder Judicial de la Federación.

Se trata de los ministros en retiro Gerardo Góngora Pimentel, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero, su futura secretaria de Gobernación, quienes a través sus hijos mantienen influencia dentro de la cúpula judicial.

Ellos junto con Julio Scherer, el próximo consejero jurídico de la Presidencia; el académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas y exdiputado federal, Jaime Cárdenas; el litigante Javier Quijano y el magistrado Juan Luis González Alcántara Carrancá han ayudado a López Obrador a delinear los términos de su relación con ministros y jueces.

En la dirección general de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está Leticia Bonifaz, quien fue consejera jurídica del gobierno de la Ciudad de México en la administración de López Obrador. Además, Marcelo Ebrard sumó al investigador Diego Valadés.

Y se prevé que también lo asesoren para definir su posición durante la negociación política que establezca con el presidente constitucional, Enrique Peña Nieto, para delinear juntos la terna de donde saldrá el ministro que suceda en este cargo a José Ramón Cossío Díaz, quien deja este cargo el próximo 30 de noviembre.

Y, posteriormente, para cubrir la vacante que en febrero de 2019 dejará Margarita Luna Ramos, y en 2021, Fernando Franco González-Salas.

Los ministros en retiro Sánchez Cordero y Silva Meza conservan influencia dentro del Poder Judicial a través de sus hijos. En su proyecto, López Obrador dejó claro que no está de acuerdo con el método, que es a partir de una terna que envía el Ejecutivo y depura el Senado.