La alianza del Partido Encuentro Social (PES) con Andrés Manuel López Obrador sacó chispas en varios sectores de Morena por los principios conservadores del partido de origen cristiano, pero su intención va más allá de la polémica.
No se trata de una alianza porque sí. Todo indicaría que es parte de una estrategia del movimiento evangélico en México para avanzar en la conquista de espacios de poder político.
Y aunque en su discursos el líder del PES apela constantemente a su condición cristiana y a sus principios, la propia comunidad evangélica en México desconoce su liderazgo; no se sienten representados por Encuentro Social.
Desde la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) se dice fuerte: el PES representa a una ínfima parte de los cristianos evangélicos del país.
El nuevo partido, que participará por primera vez en una elección presidencial, no es nuevo en el apoyo político a los candidatos a llegaron a Los Pinos.
En 2006, cuando su dirigente Hugo Eric Flores Cervantes pertenecía a la congregación La Casa sobre la Roca, apoyaron a Felipe Calderón.
En 2012, dice Flores, apoyaron a López Obrador; pero en los hechos, después de esa elección, fueron aliados del PRI.
Ahora, con la firma de la coalición Morena-PT-PES, la estructura del ya partido con registro, trabajará abiertamente para posicionar al tabasqueño.
El apoyo de los cristianos evangélicos, dice Flores, será mayor del que consiguió llevar al PAN a Los Pinos, en 2006.
El dirigente del PES niega que la alianza con Morena sea igual a la del agua y el aceite. Dice que los unen muchos principios comunes y respetarán los puntos de vista del otro.
“Los grupos que están en contra dicen que se trata de defender derechos”, se le cuestiona.
“Están en su derecho de decirlo. Si nosotros pensamos de manera distinta, no hay ningún problema, no le vemos ningún problema”, sentencia.
La semana pasada, en la firma del convenio de coalición entre Morena, el PT y el PES, un grupo de diversidad sexual protestó contra esa alianza. Entre ellas estaba también la escritora Elena Poniatowska y la activista Jesusa Rodríguez, quien es abiertamente homosexual.
“Voy a buscar una reunión con Poniatowska y con Jesusa Rodríguez, ellas son dos instituciones, compartimos sus luchas, podemos compartir varias cosas, otras no, pero vamos a buscar una reunión personal; se van a llevar una grata sorpresa de la forma en que nosotros pensamos”, comentó Flores Cervantes.
Con información de ReporteIndigo