El primer ministro británico Boris Johnson anunció este martes que Reino Unido prohibirá la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035, cinco años antes de lo previsto, durante la exposición de los detalles para la cumbre climática de la ONU que tendrá lugar en Glasgow en noviembre.
Johnson lanzará la COP26, una conferencia de dos semanas considerada como prueba de fuego para comprobar si el Acuerdo de París de 2015 está combatiendo el calentamiento global, en un evento junto con el primer ministro italiano Giuseppe Conte y el locutor y naturalista David Attenborough.
“Acoger la COP26 es una importante oportunidad para Reino Unido y las naciones de todo el mundo de dar un paso adelante en la lucha contra el cambio climático”, dijo Johnson en una declaración publicada por su oficina antes del discurso en Londres.
“Al tiempo que establecemos nuestros planes para alcanzar nuestro ambicioso objetivo de emisiones netas cero para 2050 a lo largo de este año, instaremos a otros a que se unan a nosotros en el compromiso”.
Johnson pedirá que se hagan esfuerzos internacionales para alcanzar las emisiones netas cero lo antes posible, incluso mediante la inversión en tecnología más limpia, la preservación de los hábitats naturales y medidas para mejorar la resistencia al impacto del cambio climático.
El Gobierno dijo que, bajo consulta previa, tenía previsto adelantar a 2035 el fin de la venta de nuevos automóviles y furgonetas a gasolina y diésel, o más pronto si es posible encontrar una transición más rápida. También dijo que incluiría a los híbridos.
No obstante, los modelos diésel y de gasolina siguen representando el 90% de las ventas en Reino Unido, y algunos posibles compradores de modelos más ecológicos están preocupados por la limitada disponibilidad de puntos de recarga, la autonomía de ciertos modelos y el coste.
Con información de Reuters