A casi un mes de las manifestaciones en Bolivia, llegan a 23 los muertos por estas protestas.
La Comisión Interamericana de Derechos (CIDH) denunció como “grave” decreto del gobierno interino que autoriza a los militares controlar el orden público a la vez que los exime de responsabilidades penales.
Enciado de la ONU comenzó a tener contacto con autoridades del gobierno de Jeanine Áñez y organizaciones sociales para restaurar la paz en el país.
El ex presidente Morales, asilado en México da través de Twitter comentó: "Es una carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo".
Pero el ministro de la presidencia, Jerjes Justiniano, respondió a periodistas que el decreto "de ninguna manera se transforma en una licencia para matar". "Es un elemento disuasivo porque lo que pretende el gobierno es evitar la confrontación, que existan más muertes", dijo.
Jeanine denunció la presencia en Bolivia de "grupos subversivos armados" compuestos por extranjeros y bolivianos. "El propósito es que haya una transición democrática y pacífica, pero desafortunadamente Evo Morales ha dejado una estructura de violencia que nos está afectando a todos", descalificó este sábado en un contacto telefónico con el líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien instó a "liberar" a su país.
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