El mundo está muy preocupado por lo que está sucediendo en el Amazonas brasileño, que está siendo consumido por aproximadamente la mitad de los 72 mil incendios forestales que se han extendido ya por más de una semana en Brasil. Algunos estados de ese país sudamericano han declarado ya emergencia por los siniestros que afectan esta selva, considerada pulmón del mundo.
Por su parte Jair Bolsonaro, ultra derechista presidente de Brasil, insinuó que detrás de estos siniestros están Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Señaló: "quizás, y no lo estoy afirmando, estas (personas de las ONG) están llevando a cabo acciones criminales para atraer la atención en mi contra, contra el gobierno de Brasil".
Huir de lo que siempre fue tu hogar sin tener la menor culpa de lo sucedido, eso sí que es triste. #PrayforAmazonas pic.twitter.com/eSDPrwRpEf
— Núr Milán Blasco (@milan_nuria) August 21, 2019
Según cálculos de organizaciones ambientalistas, de los 72, 141 focos de incendio registrados hasta el 18 de agosto, 38,228, es decir el 52.5%, fueron detectados en los estados de la Amazonía.
El 30.1% de los focos (21.942) se registró en el Cerrado, la llamada sabana brasileña y que rodea a la Amazonía. Y el 10.9% (7.943) se presentan en el Bosque Atlántico, región boscosa que bordea mayor parte del litoral brasileño.
El hashtag #PrayforAmazonia ha dominado las redes sociales en Brasil en los últimos días.
Seeing this really breaks my heart ??#PrayforAmazonas pic.twitter.com/2XVYWQ4oDC
— #131Label || ᴀɴᴀ ᴄʀᴀʏ-ᴏɴ ? (@bobbysdotdae) August 21, 2019
La ONG Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (Ipam), en un comunicado asoció el crecimiento de los incendios a la deforestación promovida hacendados.
Esto se produce en momentos en que Brasil es blanco de críticas por las políticas medioambientales flexibles del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
De acuerdo con un informe del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), que desde hace 28 años estudia la región, la tasa de deforestación en la selva brasileña creció un 66 por ciento en julio pasado.
El aumento de tala de árboles en el pulmón verde del planeta ha llevado a Noruega y Alemania a suspender partidas destinadas al Fondo Amazonía, dedicado a la protección ambiental en Brasil y del que ambos países son los principales patrocinadores.
