Después de que un barco con 251 pasajeros y siete tripulantes a bordo naufragara hoy en la costa oriental de Filipinas, en principio a causa del mal tiempo.
Según informaron los funcionarios del Consejo Regional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres y un portavoz de los guardacostas, entre los fallecidos se encuentran dos hombres y dos mujeres cuyos cadáveres ya fueron trasladados a un hospital de la zona. Además, otros 240 pasajeros han sido rescatados hasta ahora del mar ayudados por pescadores y los equipos desplazados a la zona.
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El portavoz de los guardacostas, el capitán Armand Balillo, contó a los medios que el buque de pasajeros Mercraft 3 partió esta mañana del norte del norte de la provincia de Quezón, en la región central del país, con destino a la isla de Polillo. Sobre las 11:00 hora local (03:00 GMT) las autoridades recibieron la llamada de emergencia del ferry, momento en el que se pusieron en marcha las tareas de rescate.
"El viento se levantó de repente y el bote se vio obligado a detenerse cuando la proa comenzó a sumergirse. Los pasajeros corrieron hacia un lado justo antes de que volcara", relató el estudiante Donel Mediola, uno de los supervivientes, a la estación de radio local DZMM por teléfono. "Algunos de nosotros nadamos, pero vi a algunas personas mayores que aparentemente ya estaban muertas", añadió.
Balillo explicó que el navío abandonó la ciudad de Real, a unos 70 kilómetros al este de Manila, con mal tiempo, en unos días en los que la región sur de este archipiélago asiático se prepara para la llegada de la tormenta tropical Tembin, que se espera que toque tierra el viernes por la mañana. Sin embargo, se permitió que el ferry saliera de puerto dado que no había advertencia de tormenta en Real o Polillo, aunque "creemos que la metereología ha sido uno de los principales factores" de este accidente, apuntó el portavoz.
Además, aseguró que el barco tenía capacidad para 286 pasajeros, por lo que, aparentemente, no llevaba más viajeros de lo permitido, algo con lo que se especuló en un primer momento. También dijo que las tareas de rescate -en la que participan efectivos del Ejército, guardacostas y embarcaciones pesqueras- continuarán en la zona a pesar de las fuertes olas y de la caída de la noche, algo que está dificultando su trabajo.
Filipinas, un archipiélago compuesto por más de 7.000 islas, registra numerosos accidentes marítimos al cabo del año dado la frecuencia -y fuerza- de las tormentas y tifones que azotan estas aguas, el deficiente mantenimiento de los buques y la relajación a la hora de aplicar las normas de seguridad, entre ellas la de respetar los límites de capacidad para pasajeros.
Uno de los más graves registrados hasta la fecha fue el que tuvo lugar el 20 de diciembre de 1987, cuando el ferry Doña Paz se hundió después de colisionar con un buque cisterna, provocando la muerte de unas 4.300 personas en el mayor desastre marítimo en el mundo en tiempos de paz.
Mas recientemente, el ferry Kim Nirvana se hundió en 2015 poco después de partir de la ciudad de Ormoc, en el centro del país, matando a 61 personas. Se cree que el motivo del trágico suceso fue el exceso de personas que viajaban a bordo.
Hace unos días, el Gobierno filipino aconsejó a sus ciudadanos adelantar sus viajes previstos para las vacaciones de Navidad, ya que se espera que el tiempo empeore durante los próximos días. El fin de semana pasado, más de 40 personas fallecieron en la región central víctimas de los deslizamientos de tierra provocados por el paso de la tromenta tropical Urduja.
Con información: Internacional
