Los correos causaron revuelo cuando se publicaron en un principio apenas dos días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 7 de mayo, en las que Macron se enfrentaba con la líder de ultraderecha Marine Le Pen.
Pero a diferencia de las filtraciones que conmocionaron en 2016 la campaña de las presidenciales en Estados Unidos, la filtración en Francia tuvo poco o ningún efecto. Macron derrotó con facilidad a Le Pen.
Los mensajes han sido recogidos después por la prensa francesa, aunque la iniciativa de WikiLeaks podría atraer más información sobre ellos.
El responsable de la agencia de ciberseguridad francesa ANSSI dijo en junio que no había pruebas que vincularan el robo de los correos de Macron con ningún actor concreto, y dijo que “podría ser cualquiera”.