El Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) Observatorio Ciudadano detectó un incremento sustancial de los índices de violencia en 15 municipios poblanos, que encienden los focos rojos, no sólo porque se trata de delitos contra las mujeres o feminicidios, sino que también aumentaron en delitos como el robo con violencia, homicidios y secuestro.
Con base en un informe presentado por ese organismo, los 15 municipios que arrojaron esos datos negativos, no reportan por igual, un avance importante en materia de seguridad pública, por lo que delitos como el secuestro, extorsión, robo con violencia, a casa habitación, a negocio, a transeúnte y violación y los feminicidios, muchos de los cuales son delitos graves, se han incrementado de manera alarmante.
De acuerdo al estudio que presentaron con base al año que termina, los municipios de Amozoc, Atlixco, Cuautlancingo, Huauchinango, Izúcar de Matamoros, Puebla, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Tecamachalco, Tehuacán, Tepeaca, Teziutlán, Xicotepec y Zacatlán, han elevado su semáforo de alerta de amarillo a rojo, por lo que recomiendan a las autoridades competentes a tomar cartas en el asunto.
Por poner un ejemplo, en el municipio de Amozoc, el delito de extorsión creció hasta un 400 por ciento en relación con el 2018, pero en este territorio conurbado a la capital poblana se identificaron en ese año un total de 39 tomas clandestinas.
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En Atlixco, el robo a transeúnte se elevó de manera exponencial al alcanzar un aumento extraordinario de mil 150 por ciento, mientras que el robo a negocio creció 135 por ciento y el robo a casa habitación superó los 132 puntos porcentuales, lo que hace a ese municipio uno de los más vulnerables de la larga lista de 15 municipios, producto también de la ineficacia con la que se conducen las políticas municipales en materia de seguridad pública.
En menor grado, pero no menos importante o preocupante es el municipio de Cuautlancingo, que registra un incremento de violaciones a mujeres de 60 por ciento, mientras que el robo a transeúnte creció 35 por ciento.
Huauchinango es otra zona candente en inseguridad, de acuerdo al Ingavim, ahí creció el delito de extorsión en un 600 por ciento y el robo a negocio hasta 362 por ciento.
Cabe mencionar que entre Atlixco y Huauchinango, el incremento en la inseguridad se debe también a la corrupción e impunidad de la mayoría de los casos, que motiva al delincuente a delinquir en esas zonas inseguras o en las que su dinero les rinde frutos al corromper a las autoridades correspondientes.
