Por un lado se encuentra el FC Juárez, que cuenta con el certificado de la Liga MX para ascender en caso de ganar el pase en 2018. Por el otro, el cuadro de Alebrijes de Oaxaca que todavía no tiene la reglamentación y el sueño de cambiar de categoría, aún parece lejano.
Y es que durante el Draft del verano, la Liga MX fue más estricta en sus políticas para admitir un club en la primera división y por eso solo aquellos que cubrían los requisitos, como el aforo mínimo de 20 mil personas en su estadio, recibían el reconocimiento.
En total fueron seis equipos con este derecho, y uno de ellos fue el equipo de Chihuahua.
Juárez llega a esta final con semejante motivación pues el título de campeón le da medio boleto para buscar el máximo circuito.
Su paso no podría ser mejor este certamen y en especial en la Liguilla en la que dejó en el camino a la Jaiba Brava y a Venados de Mérida.
Por el otro lado están los Alebrijes cuya motivación por ganar el título también tiene beneficios pues aunque no tiene derecho a ascender puede ganar un premio de 120 millones de pesos pero hasta el año que viene.
Para ganar esa cantidad debe derrotar a FC Juárez este semestre y el que viene volver a ser campeón o enfrentarse al campeón de ese torneo en la gran final del ascenso.
Los Alebrijes llegan a este juego tras dejar en el camino a Zacatepec y Celaya, como una de las gratas revelaciones del certamen.
Estas serán las motivaciones cuando ambos equipos inicien la serie por el título, primero en el Estadio Instituto Tecnológico de Oaxaca y el 2 de diciembre en el Estadio Olímpico Benito Juárez.
MedioTiempo