Para suerte de la cantante, el fanático fue detenido por la policía en el último concierto de Katy justo en el instante en el que Jurski se saltaba el cordón policial para saltar al escenario. El hombre ha confesado a la policía que su objetivo era estar con Katy costase lo que costase y que iba "a hacer lo que hiciese falta para estar con Katy Perry".
Tras esto, según recoge el portal TMZ, Jurski tiene una orden de alejamiento en el que se le prohíbe acercarse a la artista, además se le ha requisado el visado para evitar que pueda seguir acosándola durante sus viajes.
Con información de Antena3