*CIUDAD DE MÉXICO.

Temas románticos, pero también con contexto social fue lo que presentaron en el Auditorio Nacional, el cubano Pablo Milanés y los mexicanos Óscar Chávez y Fernando Delgadillo, en el tour De poeta a poeta la noche del miércoles.

Los casi 10 mil asistentes disfrutaron de la participación de los trovadores, quienes cantaron y compartieron sus experiencias, cada uno por separado durante una hora, para que al final, cerrarán con broche de oro al unir sus voces con El breve espacio, tema emblemático y casi obligado cuando del género de trova se trata. La velada en la que por primera vez estuvieron los tres juntos en un escenario mexicano, duró tres horas y media.

Quien abrió el concierto, a las 20:30 horas, fue Fernando Delgadillo, quien platicó más con el público y cuyas anécdotas de amor y desamor hicieron reír a los presentes.

De entrada, durante varios minutos materialmente se peleó con su guitarra que ‘alguien le desafinó’ y mientras arreglaba el desperfecto, explicaba el por qué del tema Pronóstico del tiempo.

“Muy buenas noches queridos hermanos. Me toca dar la bienvenida en esto de Los poetas”, dijo un tanto distraído, para seguir con Hoy ten miedo de mí.

De esta forma interpretó 13 temas, como Serenata, Entre pairos y derivas, Tu prisa, Enseña Nacional, Tiempo ventanas, Momentos pendientes, Llueve y Llamada anónima, entre otras, acompañado de Mario Santos y la orquesta de cuerdas.

A las 21:30 horas pasó la estafeta a Óscar Chávez quien apareció vestido de negro acompañado del grupo Los Morales y la atmósfera se transformó a una más reflexiva y de conciencia social, que es la temática que distingue a este trovador.

“Vivan los Chiapanecos de a deveras y no los que gobiernan” y arrancó con Cuando pienso en Chiapas.

Con temas como No amo a mi patria, de José Emilio Pacheco, Nunca jamás, Duele, Yo ya me voy, Regalé mi alma, Perdón, Se vende mi país, y Y sabes, se registró un hecho poco usual en los conciertos de este recinto. El público escuchó de principio a fin y al concluir el tema aplaudían y gritaban, no hubo interrupciones.

Cerca de las 23:00 horas entró al escenario Pablo Milanés, quien lució un mejor semblante que hace tres años cuando se presentó en el Teatro Metropólitan y los aplausos y gritos inundaron el lugar.

“Encantado de estar en un escenario como este y compartiendo con el maestro” y junto con Chávez cantaron El infierno es amor.

La dinámica con Milanés fue más rápida, casi no habló con el público y se dedicó a cantar En paz (poema de Amado Nervo), De qué callada manera y Amo esta isla.

“Gracias, voy a poner a consideración dos canciones de mi disco Renacimiento, una es de amor y la otra se desamor, una es Amor de otoño y la otra El otoño del amor”, dijo en alguna de sus pocas intervenciones.

Siguió con El amor de mi vida, Nostalgias, La felicidad, Días de gloria y Para vivir, para terminar la velada en punto de las 00:00 horas.