Cuando están a punto de cumplirse 20 años de la muerte de Lady Di, la publicación de la biografía 'The Duchess: The Untold Story' sobre la esposa del príncipe Carlos, Camilla Parker, ha hecho resurgir inevitablemente los episodios más truculentos del matrimonio de los padres de William y Harry de Inglaterra y algunos detalles hasta ahora desconocidos de los desencuentros que ambos protagonizaron cuando aún eran pareja.
Según publica la autora de la serie de entregas biográficas Penny Junor en el portal Daily Mail, dos semanas antes de su mediática boda con Diana, el primogénito de la reina Isabel II decidió enviar un regalo a modo de despedida a todas las mujeres que habían significado algo para él durante sus años de soltero, entre ellas, su actual compañera sentimental, a quien compró un brazalete. Un viernes por la tarde de 1981, la primera mujer de Carlos de Gales vio que el paquete ya había llegado a palacio y aprovechó que el secretario del príncipe, Michael Colborne, no se encontraba en su despacho para revisar su contenido. En él encontró la pieza de joyería que su entonces aún prometido había comprado para Camilla -a quien ella conocía personalmente- y no dudó en abordar a Carlos para pedirle explicaciones.
"Es verdad que Diana habló sobre el brazalete con Carlos, pero él la ignoró. Eso desembocó en una acalorada discusión, pero lo cierto es que para entonces ya habían protagonizado cinco meses de acaloradas discusiones y él no quería echarse atrás. Le dijo que, desde su compromiso, no había habido ni habría otra mujer en su vida y espero que le creyera", relata Junor.
Tal y como ya le confesaba hace años Lady Di a Andrew Morton -autor de la biografía 'Diana: Her True Story In Her Own Words'-, la joya en cuestión era una cadena de oro con las letras 'G' y 'F' grabadas en ella, una clara referencia a los motes cariñosos que utilizaban entre ellos Camilla y Carlos: 'Gladys' y 'Fred'. Para la conocida como Princesa del Pueblo -que por aquel entonces todavía no había cumplido los 20 años-, aquella desilusión confirmó además sus peores sospechas: que su futuro esposo todavía no había olvidado a su antigua novia.
"[Carlos] no trató de imaginar lo insegura que una chica de 19 años podría sentirse si él le daba un brazalete a la exnovia que ella más temía. Aún peor, ella le preguntó a Carlos si todavía estaba enamorado de Camilla, pero él no le dio una respuesta clara. Está claro que las sospechas y los celos volvieron [a Diana] histérica", escribe también Junor.